Hoy es el día escolar de la no violencia y la paz (fecha elegida por el fallecimiento de Gandhi). Por eso en clase hemos hablado de la paz, del compañerismo, de la cooperación... y también de la paz interior, tan importante y tan olvidada en algunas ocasiones.
Somos más felices cuando estamos en paz con nosotros mismos. Esa paz puede contagiarse a los demás, igual que se contagia la risa, las lágrimas...
Es muy importante ayudar a nuestros alumnos a desarrollar su inteligencia emocional, a autorregular sus emociones. Por eso les transmito que no es posible estar concentrados para hacer música si estamos estresados, apurados, atemorizados o simplemente nos lanzamos a hacer las cosas sin pensar. He aquí algunas pautas para realizar los ejercicios de lenguaje musical estando concentrados a la vez que relajados:
- Pensar antes de comenzar la lectura o la entonación: compás, tonalidad, tempo, principales dificultades del ejercicio...
- No dejar que el metrónomo te estrese: gracias al metrónomo puedes estar seguro de que llevas el tempo correcto. Simplemente tienes que acostumbrarte a él (trabajando en casa), ponerlo a una velocidad que puedas asumir e ir subiendo poco a poco esa velocidad. No tengas prisa por ponerlo muy rápido: es mejor ser paciente y empezar despacio.
- No gritar al leer o al cantar: Tu voz suena mejor cuando cantas de una forma relajada y también cuando sonríes.
- Relajarse y "abrir los oídos" al hacer un dictado: A veces reconocemos las notas, los ritmos... pero tenemos tan poca confianza en nosotros mismos que no nos atrevemos ni a escribirlos. Respira hondo, escucha y confía en ti.
- Pensar siempre en hacer "música", hasta en el ejercicio más simple: Todas las melodías merecen ser cantadas como si fuesen las más bonitas del mundo. Los ejercicios te saldrán mejor y los disfrutarás más.
- No obsesionarse con las notas: vamos al conservatorio para aprender música. Es algo muy bonito, pero lleva mucho esfuerzo. Lo importante es aprender y mejorar, no sacar una nota determinada.
- No compararse con los demás: cada uno tiene su ritmo y algunos llevan tiempo estudiando música antes de venir al conservatorio. Cada uno debe preocuparse de cómo puede mejorar lo que hace y alegrarse de los logros de los demás. Está bien querer parecerse a los que mejor lo hacen, pero no tenemos que agobiarnos por ello o intentar conseguirlo en dos días. En clase somos un grupo y todos somos responsables de que el grupo vaya bien: ayudémonos unos a otros compartiendo, animando a los compañeros, preguntando dudas (porque siempre hay alguien más que tiene las mismas dudas y no se atreve a preguntar), no desconcentrando a los compañeros, etc.
Creo que es un buen momento para recordar nuestras normas de clase. Pincha en la imagen para acceder y descubre las normas moviendo la lupa (ojo, que hay muchas, tienes que pasar de una a otra con las flechas inferiores).
¡Que todos los días sigan siendo de la paz!
Enhorabuena Adriana, me gustan mucho los contenidos de tu blog,cómo lo gestionas y todo el trabajo que desarrollas desde él. Esta última entrada tuya me parece una joya. Ahora mismo hago una entrada en mi blog invitando a todos los seguidores a que visiten el tuyo y se empapen de ese mensaje que transmites en él.Eres toda una maestra para estos compañeros tuyos recién metidos a blogueros. Gracias por todo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Ana.
ResponderEliminarTus palabras son una verdadera inyección de energía :)
Besos