Últimamente he estado leyendo sobre los beneficios de la percusión corporal en la enseñanza musical, especialmente para el desarrollo de las inteligencias múltiples y para el trabajo con niños y niñas que presentan alguna dificultad especial, como la dislexia.
A pesar de los problemas de falta de espacio y de contar con grupos de alumnos que en ocasiones son muy numerosos, las clases de lenguaje musical no deberían concebirse con los alumnos siempre pegados a la silla. Aprender música a través del movimiento es muy importante, no sólo para la clase de instrumento. En muchos conservatorios de música parece existir un abismo entre la clase de lenguaje musical y la clase de instrumento, incluso entre la clase de lenguaje musical y otras materias afines como pueda ser el coro. Una conexión más efectiva de los contenidos, tanto teóricos como prácticos sería muy beneficiosa para los alumnos. Escribir sobre la importancia de un enfoque interdisciplinar me llevaría al menos otra entrada en el blog, pero lo que parece claro es que los contenidos de la asignatura de lenguaje musical se asimilan mucho mejor cuando se experimentan dentro y fuera del aula y cuando pueden conectarse con otras asignaturas. Los contenidos teóricos deben responder a una necesidad de dar nombre y de comprender los fenómenos vividos previamente. Nuestra asignatura se llama lenguaje musical y eso significa, entre otras cosas, que lo aprendido debe formar parte del lenguaje cotidiano de los músicos. Por eso es tan importante que nuestros alumnos lleguen a clase de instrumento y utilicen ese lenguaje, no sólo para leer las partituras sino para hablar con toda naturalidad de tonalidades, tipos de escalas, formas musicales, funciones tonales, cadencias... en definitiva, que analicen y comprendan lo que tocan y cantan. También es muy importante que utilicen ese lenguaje para crear su propia música.
De la misma forma, es conveniente que el aprendizaje de elementos rítmicos no se realice sólo con la voz pues en clase de instrumento los alumnos tendrán que traducir el ritmo a movimiento. En algunos casos, la ausencia de una buena coordinación motriz hace que parezca que los alumnos no tienen interiorizado el pulso o no comprenden los elementos rítmicos de la partitura. Lo que no siempre se entiende tan bien es que el trabajo psicomotriz no sólo es necesario para facilitar el estudio del instrumento musical sino que es de vital importancia para el aprendizaje de los elementos musicales y para el desarrollo integral del alumno.
Ya he escrito en otras ocasiones sobre la rítmica Dalcroze y la importancia del movimiento. Hoy quiero compartir algunas ideas sobre la percusión corporal. Aunque me referiré a mi asignatura de lenguaje musical, insisto en que la percusión corporal puede y debe llevarse a cualquier aula de música.
Las distintas normativas sobre el currículo de la asignatura de lenguaje musical siempre hacen alguna mención a la psicomotricidad.
En las enseñanzas elementales de música en Asturias se recogen los siguientes objetivos:
- Desarrollar la coordinación motriz necesaria que permita la interiorización del pulso y la sistematización e interpretación de los elementos rítmicos.
- Realizar actividades de grupo que permitan enriquecer su relación afectiva con la música a través del canto, del movimiento y la audición.
En las enseñanzas profesionales de música en Asturias se recogen los siguientes objetivos:
- Utilizar la disociación motriz y auditiva necesarias para escuchar o ejecutar con independencia desarrollos rítmicos o melódicos simultáneos.
- Desarrollar las funciones psicomotrices para conseguir la correcta interiorización de pulso y acento y para alcanzar el mayor grado de coordinación, de control del ritmo y de capacidad y calidad interpretativa.
También se menciona el siguiente criterio de evaluación:
18. Aplicar libremente ritmos percutidos a un fragmento musical escuchado.
Mediante este criterio se valorará en qué medida el alumno o la alumna:
− Identifica con rapidez los aspectos rítmicos y expresivos en el fragmento escuchado.
− Ejecuta ritmos ajustándose al texto musical mostrando iniciativa y capacidad creativa.
− Muestra la coordinación psicomotriz necesaria en la interpretación simultánea de ritmos diferentes.
Para que los alumnos puedan aplicar libremente ritmos percutidos a fragmentos escuchados, es necesario que antes se hayan acostumbrado a aplicar esos ritmos percutidos de forma guiada.
Los profesores de lenguaje musical solemos hacer verdaderos malabares para conseguir los resultados que exigen las programaciones en un tiempo lectivo y un número de cursos que me parecen insuficientes. A pesar de la falta de tiempo (y de la falta de espacio, que tanto nos condiciona), ¿podríamos utilizar más el recurso de la percusión corporal? Seguramente sí.
El profesor Javier Romero Naranjo, en su libro Didáctica de la percusión corporal. Fundamentación teórico-práctica, volumen 1, escribe que "le hemos dado más importancia al instrumento que está fuera del cuerpo y lo que hacemos con él, que al instrumento que llevamos siempre con nosotros y al que, a lo largo de la historia, multitud de tribus y culturas musicales siempre han recurrido. El cuerpo, como forma de expresión musical, de expresión de las emociones y de su transmisión, está siempre presente y debemos reivindicarlo como el eje que articula todo un discurso musical".
No suelo hacer reseñas de libros en el blog, pero voy a escribir acerca de esta publicación ya que algunos profesores me han preguntado cómo acercarse al tema de la percusión corporal. Javier Romero Naranjo, creador del método BAPNE, del que ya hablé en otra ocasión en este blog, tiene publicada la fundamentación teórico-práctica de su método en tres volúmenes. También tiene otras publicaciones interesantes, como
Play rhythms with your body (ejercicios de lectura rítmica a varias voces a través de la percusión corporal), distintos artículos sobre percusión corporal incluidos en diferentes revistas (como en
Música y Educación) y colecciones de DVDs.
Más información sobre los libros.
Los libros del método BAPNE combinan la teoría y la práctica, por lo que resulta muy fácil llevar sus contenidos al aula. Son libros muy pensados para el docente, que en sus primeras páginas responden a cuestiones como: ¿Qué he de tener en cuenta como docente a la hora de enseñar el método BAPNE? ¿Para qué tipo de alumnado están pensadas las actividades? ¿Con qué frecuencia debo aplicar esta metodología para obtener resultados en el aula? ¿Cómo afecta el trabajo con percusión corporal al desarrollo de las inteligencias múltiples? ¿Qué fundamentación teórica hay detrás del método?
Cada volumen incluye multitud de ejercicios acompañados de ilustraciones que explican qué movimiento hay que hacer en cada momento. Son actividades pensadas para alumnos a partir de 10 años. Hay muchos juegos para el trabajo de la lateralidad, el desarrollo de habilidades sociales, cinéticas y lingüísticas, la memoria, la concentración, la atención, la comprensión de elementos rítmicos y formales, etc. La percusión corporal se combina con el canto, así que algunos ejercicios se ilustran también con sencillas partituras.
El tema de la lateralidad está profundamente estudiado en el primer volumen. También se habla de problemas de enseñanza-aprendizaje reflejados a través de los ejercicios de lateralidad. Se dedican unas páginas a la dislexia y se incluye una extensa bibliografía sobre el tema.
Los alumnos interactúan con sus compañeros gracias a ejercicios de percusión corporal en círculo, círculos concéntricos o parejas. Es necesario que los profesores de asignaturas grupales conozcan algunas técnicas de dinámica de grupos. Las actividades y juegos de estos libros resultan muy valiosas a este respecto.
Hay ejercicios en distintos compases: 2/4, 3/4, 4/4, 5/4, 7/4, 9/4, además de 6/8 y 9/8 que se incluyen desde el principio del segundo volumen. También se enseña cómo hacer acompañamientos de rock (primer volumen), funky, ritmos flamencos (segundo volumen) y samba (tercer volumen)
El segundo volumen incluye varios capítulos teóricos: anatomía, timbres básicos en la didáctica de la percusión corporal, percusión corporal en diferentes culturas, distintos timbres corporales por continentes (incluyendo el beat box), la percusión corporal en el repertorio contemporáneo... También incluye actividades para el aula: compases compuestos, actividades didácticas de percusión corporal en diferentes culturas (esku dantza, panaderas, schuhplattler, gumboot dance, beat box, ritmos flamencos...)
El tercer volumen incluye numerosas actividades (cánones, juegos, actividades para trabajar los contratiempos musicales, ritmos cruzados...) así como capítulos sobre psicología, trabajo de la memoria, lenguaje corporal (incluyendo consejos para opositores sobre su lenguaje corporal ante el tribunal y su forma de expresión lingüística), neurociencia...
Me han parecido unos libros tan completos, que me he decidido a compartir esta información con vosotros. Espero que os resulte de utilidad. Enhorabuena al doctor Javier Romero Naranjo por este trabajo tan exhaustivo. Aquí os dejo un vídeo suyo explicando cómo percutir el ritmo de samba.